Para entender una tendencia decorativa o de moda, es importante conocer su procedencia y su evolución. Conociendo sus raíces podremos interpretar esta decoración inconformista y entender mejor sus claves.
Los
primeros Hipster
nacen en 1940. El término se utiliza para referirse a los
amantes del jazz moderno de principios de la década.
Una
generación de jóvenes blancos adoptó el modo de vida de los músicos negros
de jazz; desde su manera de vestir, su jerga, humor sarcástico, pobreza
auto impuesta hasta unos relajados códigos sexuales.
Los hipster
posteriores copiaban a los primeros sin conocer los orígenes de esta subcultura.
En
el nuevo milenio el término hipster se usa para describir la tendencia
a lo “alternativo”
o “anti moda”. Esta subcultura urbana está básicamente
compuesta por gente joven que busca su sitio en el centro de las ciudades.
En
la actualidad este inconformista se ha estereotipado, eclipsando a la
cultura indie que es la tendencia inmediatamente anterior.
Para
un buen resultado hay que encontrar el equilibrio y ser concienzudo
en las mezclas de lo nuevo y lo viejo. Observar que decimos lo viejo y no
antiguo.
La decoración hipster,
al margen de estilos preconcebidos, es una decoración plagada de autenticidad y con un
cierto aire de sofisticación que puede mezclar elementos
industriales con clásicos vintage de los 50´s, 60´s, 70´s e incluso los 80´s!!
Normalmente incluyen también una gran colección de libros, música y algún
cuadro u obra de arte de gran formato.
En
cualquier tendencia, el problema está en el exceso, no podemos abusar ni de
animales disecados, ni de muebles viejos (que no vintage) ni que todo lo
que adorne la casa tenga un trasfondo irónico.
Para
vivir un auténtico espacio
hipster hay una serie de elementos imprescindibles y otros
tantos que te posicionaran en un tramo superior del universo inconformista.
En
una auténtica vivienda hipster podremos
encontrar elementos de decoración kitsch, irónicos, y algunos
complementos como bicicletas retro, teléfonos antiguos, tocadiscos y vinilos
clásicos, fotos polaroid y lo más hipster de todo… alguna
pieza de taxidermia. Ya sea una cabeza de jabalí, un búho
disecado, unos cuernos de ciervo… lo que sea, pero sólo una pieza para no pasar de hipster
inconformista a "tipo raro que vive con animales disecados"
Textos: expofashionb2b
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